jueves, 28 de agosto de 2008

Después del verano ¿QUE?

Vilassar de Mar, agosto de 2008
Después del verano ¿QUE?
Después del linchamiento mediático de Francesc Baltasar y superada la ‘’sequía’’ sobre nuestra actividad política, no podemos eludir problemas endémicos de ICV.
Algunas agrupaciones de ICV, algunos militantes en sus blogs, han manifestado públicamente una actitud crítica sobre el rumbo de ICV.
Creo que existe un malestar, o criticas que deben aflorar en debates internos. ¿Por qué eludimos el debate en las agrupaciones? ¿Por qué no se provoca o alientas estos debates desde nuestros órganos de dirección?.
Creo que muchas voluntades, adheridos, se han acercado a ICV por el mensaje ecologista principalmente. Todos los partidos políticos del arco parlamentario igualmente asumen, con niveles diferentes, el mensaje ecologista. Todos incluyen en sus programas (en la practica es otra cosa) la defensa del medio ambiente y todos valoran esta lucha que equiparan a calidad de vida.
En esto nos debemos diferenciar, pues calidad de vida es sobre todo, justicia social, acceso en igualdad a todos los servicios universales en una sociedad democrática. Mientras no se pueda acceder a una vivienda digna, mientras los que acceden al primer empleo inseguro se les remunere con sueldos de miseria, mientras el empleo no se regule con unas mínimas garantías, nos será difícil que cale nuestro mensaje. No podemos eludir otra realidad, donde alcanzamos mejores cotas de votos?.Otra realidad, es que en el cinturón del área metropolitano, hemos perdido presencia y credibilidad.
Creo que si profundizamos en debates internos, algunos adheridos eludirán el debate que valla mas halla de la defensa del medio ambiente pues se darán cuenta que esta no es su opción política, pues la lucha por la justicia social les es ajena. El compromiso ecológico no requiere mayor compromiso político, pero las luchas sociales requieren mayor grado de compromiso. Nuestra militancia debate con facilidad temas ambientales, pero eluden debatir sobre el IPC, la inflación, los sueldos basura, las movilizaciones por los convenios colectivos, las huelgas... Debemos recuperar la dialéctica, ''que de la discusión de los contrarios surge una propuesta unificadora''.
Creo y estoy convencido que otros, sobre todo los que venimos de una tradición ''psuquera'', estamos incómodos en ICV, pues a la lucha ecologista, nos falta el debate social que surge de la lucha de clases. Espero que no se me invite a dejar ICV, como en otro caso, por discrepar. No solo no debatimos, también excluimos de nuestro lenguaje coloquial cualquier tema referente a los problemas de la clase trabajadora. Nuestro órgano de prensa ‘’Treball’’ no suele recoger estos temas diarios. Debemos esperar el último número 174, en portada, para llamar a la movilización por la directiva europea de las 65 horas.
Nuestro proyecto político debe conciliar las dos patas del compromiso:
La defensa medioambiental.
Nuestra presencia y defensa de las clases desfavorecidas.
Sigo convencido que la economía es el detonante de las confrontaciones sociales siendo irreconciliables los intereses entre las clases productoras y el capital. ICV se define como una propuesta política de izquierdas y de progreso. ¿Seguimos con voluntad de cambiar la sociedad?.
Creo que debemos dotarnos de un órgano de prensa que denuncie y llame a las defensa de los derechos de las clases productoras y sus resultantes, los pensionistas.
Creo que debemos potenciar nuestra presencia activa en los sindicatos de clase. Tengo observado que compañeros se han alejado del trabajo político en ICV y vuelcan toda su actividad en CC.OO. Los sindicatos parecen organizaciones ajenas a nuestro proyecto que solicitamos para una fotografía en momentos electorales.
Creo beneficioso para nuestro proyecto, desde la dirección canalizar y dotar de medios, las corrientes de opinión que deseen organizarse. Para llevar a la práctica cotidiana, la praxis nos obliga a alcanzar un cierto grado de coherencia entre nuestros postulados y la practica en la acción.
Creo que tenemos un importante potencial de compañeros/as que demuestran su valía y experiencia en la política municipalista. De este potencial se nutre nuestros cuadros dirigentes en ICV. Algunos cuadros son tan ‘’imprescindibles’’ que acumulan cargos oficiales y orgánicos. A pesar de sus presencias en órganos públicos, son desconocidos para el gran público. Esta situación es inadmisible, la acumulación de cargos, y debe superarse.
Salud y República,
José Vargas Fernández, militante en ICV de Vilassar de Mar