HABLEMOS DE LA PLAYA...

HABLEMOS DE LA PLAYA DE VILASSAR...

Un año más, el Ministerio de Medio Ambiente actuá en nuestro litoral vertiendo arenas que siguen bombeando en el mismo sitio, frente a Premia de Mar. Al margen del desastre ecológico, la destrucción de los fondos marinos, esta operación tiene un costo aproximado de 2 millones de euros. Participa el puerto de Mataró y la Conselleria de Medi Ambient de la Generalitat a este presupuesto.
Asistir al vertido de las 100.000 toneladas de arenas desde el paseo marítimo, es un espectáculo, por la variedad de los doctos comentarios que formulan nuestros vecinos. Admitamos que estas actuaciones con dinero publico cada año, es de difícil comprehensión para el sufrido contribuyente. Estas actuaciones no consolidan el espacio de playa y parece que se dilapidan recursos. Algunos argumentan que la solución pasa por construir más espigones, otros, la construcción de atolones sumergidos. Todos coinciden en culpabilizar los puertos, el de Arenys, el de Mataró. Algunos añoran el proyecto de la construcción de un puerto en Vilassar de Mar. Aquel proyecto de un puerto privado que ocupaba 800 metros de nuestro litoral. Tenemos unos escasos 2.000 m. de litoral... Algunos ven otro caso Millet... por el alquiler del barco.
En el 2003, tuve ocasión, en una visita al Ministerio de Obras Públicas en Madrid, de pedir explicaciones a los ingenieros a cargo de estas regeneraciones de playas.
Se me argumento entonces que las playas del litoral son espacios públicos y como tales corresponde su mantenimiento para su uso al igual que se cambia el asfalto de las carreteras, o las tierras de los parques públicos, por ejemplo...
Ademas se me argumento con una razón de peso, se actuá igualmente para proteger las vías de Renfe.
Debemos constatar que el mar ha socavado las rocas que protegen el maltrecho paseo marítimo. Otra razón más...
Por lo tanto no vale que el Alcalde, coreado por su Regidor de Medio Ambiente, estos critiquen y se desmarquen de estas actuaciones del Ministerio de Madrid. Como gestores de nuestros espacios públicos, pueden exigir o rechazar estas actuaciones.
Vilassar de Mar, 26 de julio de 2010.